- Otra vez la mierda de pescado este
Me mira preocupada, recoge el plato y me dice que lo siente mientras se lo lleva a la cocina. Tarda un rato en regresar, ¡no se tarda tanto en hacer un puto huevo frito! Esa idiota está tramando algo, pues de un bofetón no se libra. Regresa y me mira decidida, esa mirada no me gusta.
- Se acabó.- dice ella con su mirada fija en mis ojos.
¿Qué acaba de decir? ¿Qué me deja? Ella me mira y adivina lo que estoy pensando.
- Se acabó, lo dejo. Quiero el divorcio
Me levanto y le doy un bofetón, ¿pero qué se ha creído la puta esta?
Me vuelve a mirar y me dice:
- Adiós
¿Cómo que adiós? Se dirige a la puerta, pero yo soy más rápido que ella y cierro la puerta con llave.
Llena de miedo se va a nuestra habitación. Está desesperada, lo sé, pero hoy si se acabó, pero para ella.
La sigo y la encuentro sentada en la cama, no sabe que hacer.
La levanto de los pelos y la estrello contra el armario mientras le digo que qué se ha creído, que las decisiones las tomo yo. Se gira y le doy un puñetazo. Se cubre la cara con las manos y yo le doy otro puñetazo, pero esta vez en el estómago. Se tambalea y sale corriendo hacia el salón.
Gilipollas
Voy detrás de ella y la veo que está cogiendo el teléfono, sé que esta llamando a la policía. Me acerco despacio y cuelgo. Le doy otro puñetazo, esta vez es tan fuerte que la he tirado. Corriendo se pone de rodillas y empieza a implorarme que pare, que ya está bien, que todo ha sido un error, que la perdone, que jamás lo volverá ha hacer.
¡Ja!
Le doy una bofetada tan fuerte que casi se cae otra vez. Pero cuando me acerco para darle más, me empuja y me caigo al suelo.
¡Vieja zorra!
Se dirige al baño y pone el pestillo.
Imbécil.
Me levanto y voy hacia el baño, el cerrojo está puesto, pero con dos patadas lo abro. Ella está detrás de la puerta llorando. Le doy un puñetazo, y su sangre empapa el suelo del baño. La cojo de los pelos y me la llevo por el pasillo a rastras, pero la asquerosa se logra soltar.
¡Será perra!
Sale corriendo a la cocina, pero como es idiota tropieza con sus propios pies y se cae a la entrada de esta.
¡Torpe!
Al acercarme a ella le doy una patada, y del impulso acaba de entrar a la cocina.
¡Crack!
Creo que le he roto una costilla, mejor.
Le tiro todos los cubiertos encima. Uno de los tenedores le hace un rasguño en la mejilla.
Se arrastra hasta la terraza y empieza a gritar pidiendo ayuda.
¡Puta!
La cojo corriendo y la meto de nuevo yendo hacia el salón. Allí la estrello contra la televisión, haciendo que esta se caiga encima de ella. Al quitársela de encima la cojo por los brazos y la pongo de pie antes de darle un ultimo un último puñetazo.
¡Crash!
Cae de espaldas contra la mesa de cristal.
Al acercarme a comprobar su estado me doy cuenta que ya no respira. Se habrá roto el cuello
¡Por fin se ha muerto la zorra esta!
Miro la hora y me doy cuenta que en una hora vendrá la niña del colegio.
Hago la maleta y bajo al aparcamiento a por mi coche. Pasaré una temporada en casa de mi primo en Francia.
Haber quién tiene cojones para irme a buscar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario