Tenía que pedirte perdón

Tenía que pedirte perdón

Un perdón tan largo que un cuaderno entero no bastaría para poder ponerlo por escrito

Ni mil canciones podrían ayudarme a explicar la culpabilidad y el dolor que llevo dentro por el mal que te he hecho

Tenía que pedirte perdón

Porque mi mera existencia me ha obligado a madurar de una vez, cosa que no significa dejar de ser una niña con esa maravillosa inocencia, si no a quitarme de una vez esa venda que cegaba mis ojos

Porque estuve ciega por el dolor que la vida me había impuesto, y aunque avanzaba y avanzaba, seguía sin ver la escalera para poder ascender al verdadero mundo y alejarme de toda esa escoria que me destruía poco a poco

Y lo creas o no... hasta ahora no me he arrancado esa venda

Y tú... tú estuviste alli dandome la mano, ayudandome a salir de ese hoyo que me provocaba tanto miedo y llanto a media noche

Y aunque te sentí, y grabé tu voz, olor, tacto y calor en mi memoria, y me arrastraste hasta un lugar mejor... no te vi

Igual que no vi a tanta gente que me seguía hundiendo y negandose a devolverme la vista

A pesar de que tantas cosas han pasado, esta noche... esta noche me di cuenta del engaño del hombre, y destrocé la tela dolorosamente impuesta sobre mi mirada...

Y ya no estabas tú

Tengo a un Príncipe y a un Caballero que están a mi lado, deseosos de verme los ojos; a una Caperucita Roja que salta de alegría tras no ver más esa sucia tela...

Pero me falta tanta gente...

Una Princesa caprichosa y orgullosa, una dibujante de vidas, una mortal alcohlica de libros, una rubia de paciencia infinita...

Pero sobretodo... me faltaba una vampira de corazón tan grande como una catedral

Me faltabas tú

Porque aunque realmente nunca te fuiste, aunque realmente siempre estuviste vigilandome a lo lejos...

Ya habías soltado mi mano...

Porque tenías tanta razón al decirme que no estabas ni por delante, ni por detrás, ni encima, ni debajo... estabas a mi lado, cogiendome la mano y deseando no soltarla jamás...

Y cuando he visto la luz, cuando realmente he podido decir que ya estoy de pie y con las armas suficientes para luchar contra mis fantasmas, que tengo mis aliados dispuestos a morir en la batalla...

Miré mi mano... y no estabas aquí

Y me di cuenta, demasiado tarde, que todas tus palabras fueron ciertas... y yo... completamente ciega... las ignoré

Tenía que pedirte perdón

Por todas las noches en vela en vano, por todas las lágrimas, por todas las palabras, por todos los besos, por todas las caricias... por todas las respuestas que nunca te di

Tenía que pedirte perdón

Porque siempre te vi como Pandora, mi amiga, mis risas y alegrías...

Y tenía que haberte visto como mi Lestat... que con sus locuras y paridas y risas y fiestas... era quien me mantenía cuerda... quien era el más maduro de los dos... quien realmente era el que estaba viviendo de verdad

Tenía que pedirte perdón

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