Un cúmulo de fallos irreparables

A veces pienso si no fui yo quien rompió la llave que abría tu corazón

¿Por qué, a pesar de todo el daño que me hiciste, de las palabras hirientes, de las miradas vacías, de los silencios crueles, de los dedos crispados por no tocar tu piel, solo vienen a mi mente los recuerdos felices?

Todo se forma en mi mente como una tortura sádica, llena de pinchos y cuchillos afilados empapados de veneno

Quiero tener presente siempre el daño infringido, las heridas marcadas a fuego sobre mi piel para convencerme que el hecho de que ya no estes a mi lado es bueno

Pero ante mí solo aparecen los besos, las caricias, las palabras cargadas de amor y ternura, las risas, el roce de tus dedos sobre mi cabello, los susurros contra la piel de mi cuello...

... la forma en que mi corazón latía, y en ocasiones aún late, cuando te veo

O cuando te escucho

O cuando aspiro tu aroma

O simplemente cuando sé que estás en mi pasado, que has formado parte de mí y que siempre lo formarás

El tiempo que pasamos juntos jamás podrá ser borrado. Durante el resto de mi vida, una parte de mí te pertenecerá, me guste o no

Porque a pesar de todo, gracias a tí, a los momentos buenos, a los momentos malos, a los momentos cargados de alegría, a los momentos cargados de tristeza... yo soy la persona que soy ahora mismo

Y sé que duele el saber que antes hubo un vínculo irrompible entre nosostros, que hacía que cada mañana agradeciese a los Dioses el seguir viviendo, ya que tú estabas allí...

... y me querías

A veces pienso si no fui yo quien rompió la llave que abría tu corazón

Pero sé que fué culpa de los dos el que todo muriese, que ese lazo rojo que unía nuestros meñiques se quemara y desvaneciese ante nuestros ojos

Tú por hacer caso a las palabras malintencionadas de los demás; yo por dejarte tanto espacio que ni me encontrabas en él; tú por no devolverme las llamadas, desconfiando de mí; yo por dejar de marcar el teléfono de tu casa, dolido; tú por alejarte de mí intentando ordenar las ideas y sentimientos que poblaban tu ser; yo por no ir corriendo a tu lado y abrazarte, alejando las dudas que mordían con fuerza tu corazón; tú por esto; yo por lo otro...

Tantos errores juntos, demasiados como para ser capaces de contarlos

Un cúmulo de fallos irreparables

Pero ya nada de esto importa

Porque ya no es algo a lo que deba de darle la suficiente importancia como para que me duela

¿Y sabes qué? Me alegro

Me siento dichoso de haber sonreído y sufrido a tu lado

He aprendido muchas cosas cayendome a un vacío incierto y después viendo que soy capaz de salir de él y volver a levantarme

A veces pienso si no fui yo quien rompió la llave que abría tu corazón

Pero me da igual

Ya que esos trozos rotos están guardados junto con los restos del lazo rojo que nos unió, siempre cerca de mi corazón

Y volveré a caminar con la cabeza bien alta, y secaré mis lágrimas con más risas, y conoceré a otras personas, y en un futuro volveré la vista atrás y sabré que he llegado hasta donde he llegado porque en un momento concreto de mi pasado, el destino quiso que te dedicara una sonrisa y preguntase tu nombre

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