Rosa

Si tu frescura a veces nos sorprende tanto
dichosa rosa,
es que en ti misma, por dentro,
pétalo contra pétalo, descansas.

Conjunto bien despierto
cuyo centro duerme,
mientras se tocan, innumerables,
las ternuras de ese corazón silencioso
que suben hasta la extrema boca.

Cierro el libro de poemas de Rilke y miro el horizonte, que se funde con el mar más allá de lo que mis ojos llegan a ver.

El aire nos trae ese aroma salado, y al mismo tiempo dulce, mezcla del océano con el bosque.

Giro la cabeza y te veo allí, sentada despreocupadamente a mi lado, mientras lees en silencio un libro de poemas, como el mío.

Y sonríes casi imperceptiblemente, haciendo que mi corazón de un vuelvo.

Es en momentos como este, momentos simples y cotidianos, en los que soy consciente del amor tan grande e inmenso que despiertas en mí.

1 comentario:

  1. Mon cher petit roi,

    consigues ser tan tierno con apenas dos frases que haces que sonría con expresión estúpida.

    Je t'aime.

    Deneb

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