Secreto

Te quiero

Y creo que te quise desde la primera vez que reímos en susurros con las frentes unidas esperando al autobús.

Hacía frío, mucho frío, y teníamos las manos juntas para mantener el calor.

No recuerdo la conversación, solo se que nos juntamos mucho y empezamos a reírnos bajito para que el señor que estaba sentado al lado no nos mirase raro.

Y lo supe, lo supe con toda claridad.

Te quería, y aunque en ese momento no podías ser mío, deseé que en un futuro lo fueras.

Y lo fuístes, y no podía creérmelo.

Tenía el pecho henchido de amor veinticuatro horas, y cada vez que me mirabas, mi corazón latía desbocado.

Solo vivía para poder probar tus labios.

Pero entonces pasó, y fué como un terremoto.

La quería, la quería muchísimo... y sé que aún la quiero. Esa pasión que despierta en mí es tan devastadora que me hace temblar de solo pensarlo. Sus besos me dejaban sin respiración, y sus caricias... Era la persona perfecta para mí.

Y me dejé llevar, creyendo que serías lo suficientemente fuerte como para resistir las turbulencias.

Entoncés llegó ella... y ella... y ella... te cogieron, sabiendo que no aguantarias mucho más y te llevaron lejos.

El terremoto nos separó, dejando una brecha enorme entre nosotros.

Ella decidió no luchar, y cuando me di la vuelta para decir "lo siento" y perderme entre tus brazos, llorar como tantas veces quise hacer... tú ya no estabas.

Y con razón o sin ella... me encontré sola.

El corazón me dolía tanto que pensé que iba a morir, os necesitaba... te necesitaba...

Porque ella era la locura, la pasión, los arrebatos, las risas contenidas, las caricias pudorosas y la respiración entrecortada.

Pero tú eres un amor sosegado, lleno de mañanas enteras enredados entre las sábanas, paseos cogidos de la mano, besos robados y ternura... sobre todo eso, ternura.

La vida está llena de pasión, no lo niego, y es tan adictiva... pero el cariño y la ternura... son necesarias para seguir respirando.

Me negué a verte, a hablarte, a saber de tí... estaba tan dolida por tu marcha...

Pero inconscientemente te buscaba... y te hallé, por supuesto que te hallé...

Y me sonreíste, y me cogiste de la mano y dijiste que te alegrabas de verme de nuevo.

Creí que todo volvería a ser como antes, que podría cerrar los ojos y volver el tiempo atrás, enmendar mis errores tapándolos con un fino velo...

Obviamente, las cosas no se solucionan así.

Me escondí tras unas rocas, y solo cuando te encuentras a solas puedo salir.

Te abrazo, te beso, te admiro... puedo sentir que nuevamente eres mío... o yo soy tuyo

Nada más lejos de la realidad.

Porque en verdad soy un secreto, un secreto a voces que todos conocen, que que se mantiene oculto... escondido... dicho en murmullos y susurros...

Y duele... ¡claro que duele!

Pero solo durante esos segundos siento que nuevamente soy alguien para ti...

... y si para eso debo pagar estar entre las sombras, no me importa, lo pago gustoso.

Si tu quieres que sea un secreto lo seré.

Solo por ti.

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